A estás alturas todos habremos oído, aunque sea de pasada, del apagón de Barcelona. Hoy se cumple el cuarto día sin luz en ciertas zonas de la ciudad condal, pero el problema no es solo el quedarse sin luz. Las antenas de telefonía móvil han dejado de funcionar. En Barcelona la cobertura ha brillado por su ausencia por culpa culpa del apagón.
Aunque a estas alturas se va solucionando poco a poco el problema estos últimos días Barcelona a sido la ciudad del caos. El lunes sobre las 11 de la mañana se iba la luz en la capital catalana y desde ese momento todo fue de mal en peor. Como es lógico, las antenas que estuviesen situadas en las zonas afectadas por el apagón no podrían dar cobertura. Pero gracias a dios la mayoría de las antenas están preparadas para no dejar de funcionar en caso de interrupción del servicio eléctrico, gracias a unas baterías.
El problema se presenta cuando la interrupción del servicio se prolonga más de la cuenta, ya que las baterías no duran más de una o dos horas (pocas estaciones base tienen un grupo electrógeno, con los que la antena puede estar en funcionamiento al rededor de las 20 horas). Y es este el caso que se ha dado en Barcelona estos últimos días, las antenas dejaron de funcionar temporalmente pero gracias a los técnicos de las compañías no hubo mayor problema.
Como ejemplo, Vodafone perdió la operatividad del 15% de sus bases en Barcelona, pero en seguida se pusieron en marcha desplegando antenas portátiles y electrogeneradores con los que intentarían ofrecer el mejor servicio posible en durante la situación de caos que se vivía en Barcelona.
Como es lógico, Yoigo también fue una de las perjudicadas por el apagón. Algunas de sus antenas dejaron de funcionar, pero gracias a su acuerdo de roaming con Vodafone el problema no fue a más. Los usuarios de Yoigo casi en todo momento disponían de cobertura, ya que las antenas de Vodafone y las de Yoigo no se encuentran situadas en los mismo lugares.
Aunque nadie desee que vuelva a pasar algo similar a esto, podemos estar más o menos tranquilos, ya que nuestra compañía no nos va a dejar tirados durante mucho tiempo.