A Nokia parecían irle muy bien las cosas, pero la la crisis que a todas sus competidoras ya había afectado se ha encontrado ahora cara a cara con Nokia. Después de más de 10 años consecutivos de beneficios para la empresa, Nokia ha obtenido unas pérdidas de 559 millones de euros en el tercer trimestre de este año.
La caída de las ventas de sus terminales ha podido ser una de las principales causas del batacazo que se ha llevado Nokia, y muy probablemente mucha culpa de esta caída de ventas la tengan sus directas competidoras al haber cogido la delantera en el mercado de los smartphones.
Parece ser que las esperanzas de Nokia ahora mismo residen en los nuevos modelos como el Nokia N900 que anunció recientemente. De esta forma Nokia espera mejorar con estos nuevos terminales las ventas del Nokia N97, teléfono móvil que no ha tenido una gran acogida.
De todos modos Nokia es algo más positiva que meses atrás de cara al futuro del mercado mundial, esperando que la caída en las ventas de la industria sea de un 7%, frente al 10% actual.
Vía | CincoDías
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