Esta mañana Ericsson ha presentado un informe en el que pronostica varias cosas, ente ellas que a finales de este año, o sea dentro de nada, llegaremos a los 7.000 millones de líneas móviles o que en 2020 el 90% de los mayores de 6 años tendrán un teléfono móvil. La verdad, no me parecen cifras escandalosas, en realidad me parecen bastante coherentes. Lo que me sorprende es que lo sigan llamando teléfono móvil cuando su uso va mucho más allá.
En el mismo informe se puede ver como el tráfico de datos mensual por usuario pasará de 1GB actual a los 4GB en 2020 y confirma al teléfono móvil como gran consumidor de contenidos que ahora es la tableta. A este hecho está contribuyendo que cada vez las pantallas de los móviles son más grandes. La gente ya no quiere comprar dos dispositivos para hacer dos cosas, quiere comprar uno para hacer dos. Quieren comunicarse con sus círculos y consumir contenidos y quieren que las dos cosas se mezcle: consumir contenidos que puedan recomendar y que vengan recomendados de sus amigos o familiares.
El tráfico de datos irá creciendo en un 50% aproximadamente año tras año manteniendo un ratio de 2 a 1 para los smartphones. Esto quiere decir que por cada gigabyte que se transmita a una tablet, portátil o router Mi-Fi, se enviarán 2 a un smartphone. Así pues el teléfono será el gran epicentro de la vida digital, ya no sólo a nivel comunicativo sino a nivel de entretenimiento. En el siguiente gráfico se puede ver un desglose del tráfico que se consume y se consumirá y el vídeo representa más de la mitad del volumen de datos. Algo lógico si tenemos en cuenta que los vídeos son más pesados que el texto o una página web, pero muy significativo si tenemos en cuenta la tendencia que representa.
Y ahora viene el centro de este pequeño artículo. Si la mitad del tráfico que generará un smartphone será para ver vídeos, ¿seguirá teniendo sentido llamarle teléfono móvil?
Me explico, desde su invención el teléfono sirvió para transmitir voz a distancia, de hecho su propio nombre lo indica: tele (distancia) y phonos (voz). Pero a día de hoy este uso tal vez es el que menos se realiza, y en el futuro no tiene pinta de que mejore. Es más, a día de hoy las operadoras ya han visto que el mercado de voz es totalmente residual y que la gente se comunica mucho más a través de mensajería instantánea, correo o redes sociales. Entonces ¿por qué seguir llamándolo teléfono si no se usa para llamar?
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Las pantallas enrollables llegarán en 2017
[/pullquote]Hace no mucho tiempo, cuando pensábamos en el futuro e imaginábamos los avances tecnológicos que habría en el s.XXI soñábamos con dispositivos que nos permitieran hacer videollamadas, que respondieran a nuestras órdenes que les diésemos de viva voz o que nos monitorizasen nuestra salud al más puro estilo comunicador de Star Trek. Pues bien, ya hemos llegado al futuro. Ya podemos hacer todo eso y mucho más con nuestro teléfono móvil y aún nos quedan muchas cosas más que aún no somos capaces ni de imaginar. Por ejemplo, las pantallas flexibles serán lo más normal dentro de unos años y nos permitirán adaptar la superficie de visionado dependiendo del contenido que queramos ver.
Dentro de no mucho tiempo lo último que haremos con un smartphone será llamar por teléfono, porque ya no nos hace falta. Existen aplicaciones para comunicarse de una manera más directa y menos invasiva como son el correo electrónico o la mensajería instantánea. De hecho desde aquí me gustaría proponer un experimento: vivir una semana sin usar el teléfono. Algunos dirán que eso es imposible pero si de verdad contamos los minutos que estamos hablando al teléfono no creo que sean más de 60 al final de los 7 días. ¿Se podrían sustituir por comunicación a través de chat o correos? Totalmente.
La tecnología lo ha revolucionado todo y nosotros lo hemos aceptado con los brazos abiertos. Las predicciones de Ericcson alumbran un hecho que algunos intuíamos y es que el móvil se está convirtiendo en el mejor amigo del ser humano. Tanto es así que algunas personas temen más el hecho de perder su teléfono antes que perder la cartera. Por eso desde aquí nos gustaría proponer a nuestros lectores un ejercicio de imaginación: ¿qué uso, aplicación o característica os gustaría ver en un teléfono móvil que aún no hayáis visto? Si tuvieseis que darle otro nombre a los teléfonos móviles, ¿cuál sería?