Puede que el titular sea un tanto osado pero es que me he quedado bastante frío con lo que ha presentado Samsung esta tarde en Barcelona. De hecho no me parece original en ningún apartado y todas las «novedades» que se han presentado ya se han visto en otros terminales de otras marcas. De hecho tengo la sensación de que la casa coreana ha perdido el rumbo por completo y que ahora en lugar de presentar algo innovador y rompedor, han ido a la apuesta segura. Y eso es lo que los ha traído hasta aquí.

Cuerpo y diseño

El Samsung Galaxy S6 presenta un diseño en materiales que todos conocemos: metal y cristal. De hecho el cuerpo de ambos terminales está hecho en cristal altamente resistente proporcionado por Corning, el Gorilla Glass 4; y los bordes son de metal. Con respecto al S6 Edge la diferencia reside en unos bordes de pantalla curvados que, en principio, permiten interaccionar de una manera diferente con el teléfono.

Captura de pantalla 2015-03-01 a la(s) 22.10.27He de reconocer que sienta bien en la mano, es un teléfono agradable al tacto y que se maneja bien con un sólo pulgar. Acostumbrado como estoy a las 5,5 pulgadas del OnePlus, mis articulaciones han agradecido los cinco minutos de cambio. Sin embargo la elección de los materiales y el diseño me recuerda de una manera exagerada a Apple. A primera vista puede ser un tanto difícil distinguir la parte inferior de un iPhone 6 y un Galaxy S6 y, en mi opinión, usar cristal para la parte trasera de un teléfono puede traer más problemas de lo que a uno le gustaría. Recordemos el iPhone 4 y 4S. Además, las huellas se quedaban marcadas a los pocos segundos de uso.

Un apunte curioso del Samsung Galaxy S6 Edge es que su principal virtud, los bordes curvados de la pantalla no sirven de absolutamente nada. Ni siquiera se usan a la hora de ver fotografías de la galería. No representan una ventaja competitiva ni añaden ninguna funcionalidad que no se tenga con una pantalla normal. Es más, una de las características estrella que resaltaron en la presentación es una de las tonterías más grandes que he visto últimamente. Dicha ventaja no es más que poder asignar un color diferente a cinco contactos (¿por qué sólo cinco y no seis o setenta?) De este modo, cuando nos llamen y tengamos el terminal boca abajo podremos saber quién nos llama con tan sólo ver el color de la pantalla reflejada en la superficie donde esté el teléfono. Pregunta: ¿no es más sencillo tener el teléfono boca arriba y saber quién llama viéndolo en la pantalla?

Servicios

Junto con el hardware, se dio a conocer el nuevo sistema de pagos mediante móvil: Samsung Pay. Un servicio que incorpora como novedad el método de pago MST (Magnetic Secure Transmission) o pago por transmisión magnética. Esta tecnología transmite a través de ondas magnéticas la información de pago de la misma manera que lo haría una banda magnética de una tarjeta bancaria. La ventaja que hay detrás de todo esto es la total y absoluta compatibilidad a día de hoy con casi el 100% de los comercios mundiales que dispongan de un datáfono.

Sin embargo a mí se me plantean ciertas dudas con todo este tema y es que a día de hoy raro es el establecimiento que no disponga de un lector de tarjetas con NFC, al menos en España. Además para finales de 2015 será obligatorio en todos los comercios de EE.UU. (y esto es un dato que se obvió deliberadamente en la presentación). Para más inri el servicio tan sólo estará disponible en el citado país norteamericano y Corea del Sur a partir del verano, sin especificar fecha. Por último, no se ha mencionado nada de LoopPay la empresa que Samsung adquirió la semana pasada y de la que nunca más se supo. ¿Han sido absorvidos por la empresa surcoreana? ¿Los han comprado para usar su tecnología o para que nadie más la use? Quien sabe…

Si todo el mundo lo tiene, yo más

El fichaje del nuevo director de diseño, antiguo colaborador de Jonny Ive, ha supuesto un gran fracaso. Tanto en diseño, dependiendo del ángulo de visión el teléfono es calcado a un iPhone 6, como en la elección de materiales, cristal y metal ¿estamos en 2010?, como en prestaciones, Samsung ha renunciado a las baterías extraíbles después de haber usado esta característica como si de un caballo ganador se tratara.

La carga inalámbrica compatible con los dos standares actuales o la rapidez de carga, con diez minutos tienes para cuatro horas de uso, no compensan años y años presumiendo de baterías que se podían quitar y cargar individualmente para usar tu terminal libremente. Ahora el Samsung Galaxy S6 es un teléfono tan normal como los demás que, eventualmente, necesitará un enchufe para ser cargado. Aunque sea por diez minutos.

Como decía antes, esta presentación me ha dejado bastante frío. Y si es así es porque a Samsung se le presupone, o al menos yo lo hago, cierta categoría y cierta responsabilidad innovadora. Ellos fueron capaces de enseñarles al mundo que había otro camino posible para tener un móvil de calidad por un precio inferior al del iPhone. Pero ese tiempo ya ha pasado y ahora esa «responsabilidad» corresponde a otros.

Lamentablemente en Seoul no han sabido interpretar y anticiparse a las tendencias del mercado y, si bien otras empresas han tenido que renunciar al mantra del tamaño para volver a estar a la cabeza, el problema de Samsung es mucho más profundo. Las únicas armas de la empresa surcoreana se basan en la publicidad y la carrera técnica. Utilizan la primera para hablar de la segunda pero no queda claro, en ese mensaje, cuál es el beneficio para el consumidor.

Ése es el verdadero problema de Samsung: querer clientes pero no saber para qué.

por Pepu Ricca

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Un comentario en «Más de lo mismo con el Samsung Galaxy S6 y S6 Edge»

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