Los empleados de Microsoft han celebrado el fin de desarrollo del sistema operativo Windows Phone 7 montando una pequeña fiesta- carnaval en el campus de Redmond el pasado viernes 10 de septiembre.
Los chicos en disfraces y con publicidad de Windows Phone 7 por todos lados han organizado un funeral-entierro de las plataformas de los competidores, iPhone y BlackBerry.
Como vemos, Microsoft está seguro de que el nuevo Windows Phone 7 va triunfar en el mercado y que sus competidores tienen los días contados.
Vía | Neowin
Justo Hernández
Es ocurrente, pero…ya quisieran. Difícil lo tienen, tanto Microsoft, como Nokia que se han quedado un tanto rezagados en la lucha en el campo de los Smartphones.
El caso de Nokia es sangrante después de haber tenido una posición de dominio. Su gran error no fue un sistema no renovado con la suficiente celeridad como piensan algunos. Si no, que confiada en su posición de dominio global en la arena de los móviles, desprecio y minusvaloro el mercado americano, presentando los modelos nuevos meses después de hacerlo en Europa. A veces, cuando ya en Europa estos modelos estaban a punto de ser sustituidos. Y precisamente es esta la razón principal del éxito del iPhone, atacar uno de los mayores mercados el mundo, abandonado a su suerte por el líder mundial. Y esto explica el porque Olli-Pekka Kallasvuo abandonará la compañía el próximo 20 de septiembre y será sustituido por Stephen Elop, actual jefe de la división de Empresas de Microsoft.
Que tontería se les ha ocurrido, no tienen gracia, intentan competir en snobismo con apple que inventó ese juego y quedan patéticos intentado ser guays de manera tan artificial. Microsoft solo vende dos cosas que le mantienen, Windows y Office, es una empresa clásica que vende cajitas de programas y es lo único que sabe hacer y que lleva haciendo 30 años. No han sabido adaptarse ni cambiar, no caen bien a nadie, y no hay sabido fidelizar y crear imagen a la manera en que Apple ha instruido a sus fanboys.
Simplemente ver a Ballmer y sus rabietas dan ganas de partirse de risa, no sabe pelear en esta arena.
Hasta que no lo vea no lo creo.