Desde hace tiempo estamos viendo como son varias las voces que intentan criticar el juego online. Bingos, loterías, poker o casinos son blancos de críticas por ofrecer un tipo de diversión que a veces no está bien visto por alguna parte de la sociedad. Y me pregunto yo, ¿qué hay de malo en divertirse apostando unos euros?
Para mí, ir al casino es una experiencia social que se hace con amigos, como así fue la primera vez que fui a uno. Mi grupo de amigos ya estaba cansado de salir de fiesta a los mismos sitios y decidimos hacer algo diferente. Y nos gustó. No por conseguir dinero de manera rápida y fácil, sino por la atmósfera y el ambiente. En el casino te sientes alguien importante y eso es algo que no tiene precio. Admito que no soy ningún experto en los juegos de azar pero mi preferido es el Blackjack online y siempre que he jugado me he acabado llevando algo.
A día de hoy, con las nuevas tecnologías, es posible reproducir la atmósfera de los casinos sin la necesidad de salir de casa. Ya no es necesario ir hasta un local lleno de gente y hacer colas en las mesas a la espera de que alguien decida dejar de usar su racha de suerte. Ahora ya se puede jugar a través de Internet. Es más, existen aplicaciones para sistemas operativos móviles que son capaces de llevarte a Mónaco sin que te levantes del sofá y eso es algo que hay que vivir. Buscar una mesa, sentarte, apostar y disfrutar de un tarde con los amigos en casa de manera diferente.
Hay pocas cosas comparables al momento de apostar por un número y ver como la bola se mueve veloz por toda la ruleta, buscando un sitio donde rebotar para ir saltando de número en número hasta que finalmente se posa en el número que hemos elegido. La sensación más cercana, quizás, sería la de un beso con la persona a la que amas.
Como decía al principio, son muchas las personas que critican este tipo de diversión pero, sinceramente, no saben lo que se pierden. Ir al casino es una experiencia diferente, única, que ahora es posible disfrutar en el calor del hogar sin los inconvenientes que, a veces, puede tener. Así que lo único que me queda por decir es !Hagan juego!
Justo Hernández