Probamos la cuantificadora de Fitbit con lector de frecuencia cardíaca, la nueva Fitbit Charge HR.

Empezamos por el principio, el diseño:

La Fitbit Charge HR tiene un diseño continuísta de la pulsera más popular de Fitbit, la Flex. La primera diferencia que encontramos con esta es la incorporación de una pequeña pantalla acompañada por un botón en el lateral, es de plástico aunque en esta ocasión no cuenta con correas intercambiables pero sí que está disponible en diferentes colores (negra, rosa, azul y naranja).

El apellido HR ya nos dice la función que le diferencia de la Charge, y es que esta cuenta con un lector de frecuencia cardíaca, situado en la parte trasera. De pulso verde, está en continuo funcionamiento, es la función principal que hace que se agote su batería en menos de 5 días aunque la duración media está más cerca de los 3 que de los 5 días.

La pulsera es muy cómoda, los anclajes se adaptan a prácticamente cualquier tamaño para llevarla de manera holgada, se recomienda que no la lleves pegada a la muñeca sino un poco más alejada para que la función de HR funcione de manera óptima. El cierre incluye una pequeña pestaña para adaptarse a los agujeros y mantenerla de manera estable.

En cuanto a la limpieza, podrás limpiar la pulsera de manera sencilla con agua y jabón ya que entre sus características está la de ser resistente al agua. La pantalla podría tener mejor protección para versiones posteriores ya que sufre bastante los arañazos.

¿Qué podemos hacer con la Fitbit Charge HR?

La pulsera mide nuestra actividad diaria de manera general, mide los pasos que damos a lo largo del día, la distancia recorrida, las calorías quemadas (no te asustes con las cifras ya que dicen que aunque esté sentado viendo la tele consumes calorías), y las plantas que subes a lo largo del día. Sueño, duración y calidad del mismo, aunque esta parte tan solo se puede consultar a través de la aplicación.

Adicionalmente podrás controlar tu peso a través de la aplicación para móviles con la que vinculas toda la actividad, desde aquí además podrás añadir alarmas (bastante efectivas) y reconocimiento de contactos para saber cuando y quién te está llamando.

Software

Con la última actualización funciona realmente bien, ahora puedes cambiar entre las diferentes funciones pulsando en cualquier lado de la pulsera, incluso funciona dando palmadas (bastante curioso).

La consulta de la hora es tal vez el punto débil ya que en ocasiones hay que forzar demasiado el gesto para que se encienda si no queremos pulsar sobre el botón para verla.

Lo bueno y lo malo de la Fitbit Charge HR

Lo malo: el precio. 179 euros puede resultar excesivo para una pulsera que cuantifica (de manera efectiva) nuestra actividad diaria. Ahora la podemos encontrar por 134 euros, una rebaja importante que hace que el precio no sea tan malo.

La frecuencia de correos informando de cada cosa que le pasa a la pulsera es un tanto excesiva, cada vez que tienes que cargar la batería, objetivos semanales, logros conseguidos y un amplio etcétera.

La batería no dura demasiado, aunque la puedes llevar durante todo el día y la noche 5 días de duración máxima me parecen poco, máxime si el cargador que integra es exclusivo y no puedes conectar tu pulsera en cualquier momento a cargarla para poder terminar el día y no perder nada de la actividad.

Lo bueno: es tan solo 20 euros más cara que la Charge sin lector de frecuencia cardíaca.

La parte social está muy lograda, poder competir con tus amigos, animarlos e incluso meterte con ellos le da esa parte de pique que a todos nos gusta y hace que se use de manera más habitual.

Comprar Fitbit Charge HR

 

por Justo Hernández

Moviladicto desde el principio de los politonos, puedes seguirme en twitter: @galuctico.