Cuando aún los smartphones eran bastante más portátiles que hoy en día, un famoso fabricante se atrevió a mezclar conceptos. ¿Qué pasará si sacamos un terminal de más de 5 pulgadas? Se preguntaron en la división móvil de Samsung.
Hoy mismo estamos pendientes de todo un estandarte de la coreana Samsung, la familia Galaxy Note, y su séptima sexta iteración, el Samsung Galaxy Note 7. Por ello vamos a recordar un poco la trayectoria de esta exitosa gama y como ha sido la evolución Samsung Galaxy Note.
Por aquella época en la que su flagship era un flamante Galaxy S2 que estrenaba procesadores dual-core y pantallas de 4,3 pulgadas Samsung hizo una locura. De allí salió la familia Galaxy Note que es tan famosa y reconocida como la propia Galaxy S. Un concepto innovador de transformar los mejores teléfonos en unas pseudotabletas.
Con una pantalla de 5.3 pulgadas (fíjate, eso hoy en día está dentro del estándar), un Exynos de doble núcleo, y el vetusto Android 2.3 Gingerbread nació el primer Galaxy Note. Desde aquel día se ha establecido el concepto phablet el cual ha ido también creciendo pues ahora un teléfono debe tener más de 5,5 pulgadas para considerarse como tal.
En base a sus Galaxy S, Samsung construyó el siguiente Note 2 a semejanza de su S3. Ya el termino phablet sonaba y algunos fabricantes se apuntaron a la moda. Este Note 2 mejoraba su predecesor con un procesador quad-core y una pantalla que crecía 0,2 pulgadas. Además de añadir una mejor batería y actualizar sus conexiones.
Para entonces la familia Galaxy Note recibió muchísimas críticas positivas gracias a su productividad. Con tales pantallas, se podía trabajar cómodamente junto con su stylus.
La familia siguió aumentando su pantalla con su tercera generación, la cual ya añadía la novedosa resolución FullHD en móviles, y que se agradecía en un enorme panel de 5,7 pulgadas. Más RAM, más núcleos, mejores cámaras y más funciones para el lápiz táctil.
Ya su éxito era innegable por lo que Samsung cada año ha ido mejorando más y más las características de su segunda familia de flagship. Su penúltimo buque insignia en formato gigante fue el Note 4, que ya bebía menos de la familia Galaxy S desmarcándose de esta con resoluciones 2K y procesadores Snapdragon top del mismo año 2014.
Después de ese momento, en el año 2015, se produjo una pequeña ruptura. La gama Galaxy S cumplía su sexta generación y vino acompañado de un S6 Edge que entraba dentro del formato phablet de la coreana Samsung. Por lo que la quinta iteración de los Galaxy Note no tuvo tanta repercusión por el simple hecho de no vender en todos los mercados en los que venía acostumbrado vender (entre ellos, el nuestro). Sin embargo este Galaxy Note 5 mejoró el modelo Edge con una enorme RAM de 4GB, y obviando el cristal curvado en los lados.
Este modelo Note 5 fue presentado junto con una evolución del S6 Edge, adornado con la marca Plus (si, Samsung marea un poco con tanta nomenclatura) y fue este último el que llegó a la mayoría de mercados.
Samsung Galaxy Note 7 se presenta en sociedad
En este nuevo año 2016 los rumores no cesaron, y finalmente, hoy tenemos entre nosotros, el recién presentado Samsung Galaxy Note 7, con una revolución incluso en su numeración. Samsung ha decidido saltar el número 6 para igualarlo a la gama Galaxy S que sigue vendiendo más que nunca.
Con una pantalla que repite las 5,7 pulgadas, y bordes Edge, intentará volver a conquistar el mercado, y parece que sus cámaras volverán a ser de alta calidad aunque hayan bajado a los 12MP como el propio S7 ha hecho. Destaca la inclusión de un escáner de iris para desbloquear el terminal, y una gran batería de 3,500 mAh.
Sin duda la gama Galaxy Note está más viva que nunca y vuelve con fuerza. Igualándose en numeración a su hermana pequeña para dotar de identidad y similitud a una marca que sigue al pie del cañón.
Justo Hernández